Tu cuerpo es de la tierra,
tu mente los cinco océanos,
tu espíritu duda con el viento:
tristes tus sueños, ¿los quebró el cielo?.
Buscás puertas para volar
y así tu corazón estallará
para encontrar la pena oculta
que con los ojos nunca verás.
Dios duerme en la cumbre
de esa lejana montaña
y vos y tus pequeñas alas
la intentan trepar solas, con palabras.
Tu luna apagándose está
brillando con la soledad,
en los días del color perdido
estás desnuda, tu cuerpo tan frío.
Nina, esta es la vida,
libres vuelan las verdades;
llorá y reí Nina, amiga,
encontrarás el color de tus sueños,
porque la tierra siempre fue tuya
y estás tan cerca de los cielos.
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